En días pasados, me invitaron a un conversatorio con profesores de un colegio para hablar respecto a la educación sexual de los estudiantes. Fue una experiencia muy enriquecedora para mí, ya que me permitió constatar la importancia que el tema tiene entre los maestros. A continuación, les comparto las conclusiones de ese encuentro.

• Hay que mencionar todo el tiempo, la conexión que existe entre el amor y la sexualidad, puesto que es el primero, el que direcciona el comportamiento del ser humano: el amor es sinónimo de exclusividad (lo que uno siente hacia la mamá es único, por ejemplo), mientras que el placer solo, suele ser sinónimo de variedad (comeríamos lo mismo todas las noches en la cena?).
• A partir de la adolescencia, es mas claro para el ser humano que es trascendente. Hay en nosotros «algo» que nos «empuja» a buscar lo verdadero, lo genuino, lo que permanece. Por lo tanto, hay que apelar a ese búsqueda de trascendencia del joven, para mostrarle que una relación pasajera no lo va a llenar y que lastimar a la otra persona tampoco lo va a hacer sentirse orgulloso de sí mismo.
• Es necesario dejar en claro que en el ser humano hay una profunda necesidad de amar, de encontrarse con un amor verdadero; mientras eso no se dé, es muy probable que persistamos hasta mas allá del cansancio, llegando en ocasiones al capricho, a hacerle daño a la pareja o a cosas como mendigar afecto.
• En cuanto al condón y la anticoncepción química, la estrategia de mencionar sus inconvenientes no es muy práctica: por 200 argumentos en contra del preservativo, el joven nos presentará 201 razones para utilizarlo. Lo mejor es sembrar la duda razonable respecto a las limitaciones o daños que causan estos métodos, acompañando el argumento de una frase como: «quieres correr ese riesgo»?
• Es mala idea huir de una conversación sobre sexualidad cuando la plantea el joven. Hay que responderle (eso implica tener un conocimiento suficiente sobre la sexualidad -y lo tenemos?) hasta que su curiosidad quede satisfecha. Si respondemos con dubitaciones, lo mas probable es que no generemos en nuestros hijos la confianza y seguridad para volver sobre el tema en una futura oportunidad, con lo cual su hijo(a) preferirá la maravilla de consejero que es su mejor amigo, el cual tendrá 3 meses mas de vida y experiencia a lo sumo.
• Cuando hable con su hijo, llame las cosas por su nombre: no hago referencia únicamente a la anatomía humana, sino también a los comportamientos. No le digas «me parece que te estás equivocando con ese joven». Dile con claridad: tu quieres para tu vida una persona con este problema que genera en ti esta dificultad?

El tema por supuesto no termina aquí, pero puede ser este un buen punto de partida para acompañar a nuestros hijos en el desarrollo de su afectividad y sexualidad. Tengamos presente que los primeros responsables de la educación sexual de un joven son sus padres, no el Estado o los colegios.