Este es un tema que tal vez no sea muy taquillero, pero me permito invitarles a que le den una oportunidad, pues he visto que es un análisis que puede ser útil.
La mentira es algo que desagrada y que lastima a muchos. Sin embargo y a pesar de lo molesta que es, es una herramienta de uso frecuente en las relaciones humanas. Entonces una pregunta que puede ser interesante es la de por qué puede llegar a ser tan utilizada si es tan incómoda. A continuación, me propongo presentar cuatro razones que pueden encontrarse en argumentos que faltan a la verdad.
1. La mentira pretende arroparse con la verdad para ser creíble. La mentira por sí sola sería identificada a kilómetros de distancia como tal; entonces, pretende arroparse de una historia lógica para ser aceptada. Si alguien dice que el remedio contra la calvicie está en una mata que sembró en su jardín, inmediatamente medio mundo comenzará a dudar de sus palabras. Tiene entonces que afirmar que es una mezcla natural de flores de los cinco continentes que ha mostrado ser útil en personas sin distingo de raza y cultura y ahí si está listo para ofrecer su producto de todas las maneras posibles. (Alguien recuerda aquellas dietas según el tipo de sangre por ejemplo?)
2. La mentira también se presenta en forma de temor: si a los adolescentes no les damos pastillas y no los forramos en condones, el embarazo juvenil se disparará aún mas, siendo un problema de salud pública: es cierto que una adolescente que es madre, es un problema muy serio, pero la forma en que pretende evitarse esto es mentirosa, pues los preservativos han demostrado de muchas maneras no tener la eficacia que promulgan. Sin embargo, el miedo hace que pensemos que eso es verdad.
3. La ciencia aveces es utilizada para decir mentiras en su nombre: los «medicamentos» sobre la salud sexual masculina son un claro ejemplo de ello; si son ofrecidos por laboratorios multinacionales que han hecho «millones de pruebas», pues deben ser efectivos. Ese ropaje de ciencia, laboratorio, publicidad elegante y demás cosas, hace que pensemos que es verdad eso que ofrecen y que no tengamos en cuenta factores realmente ciertos de la respuesta sexual masculina que están relacionados con la autoestima y la forma de ser hombre y que no se pueden vender en pastillitas hexagonales.
4. La mentira seduce; si hago esto, si digo aquello, no pasará nada y obtendré lo que quiero. No hago referencia sólamente a una seducción sensorial, sino a la de una idea. Por ejemplo, los papás que dicen «si motivo a mi hijo con una consola digital de juegos, el se esforzará mas en sus estudios». La idea de que no haya problemas con lo académico del muchacho, resulta tan seductora que no analizo si realmente esa es la solución al inconveniente que se está viviendo con él.
Bueno y todo esto ¿para qué puede servir? Yo he visto que en medio de las dificultades y los problemas que uno tiene en su vida, suele haber mentiras. Por eso, un análisis como el que propongo, permite identificar los desafíos que pueden estar interponiéndose para encontrar soluciones.
En otra oportunidad hablamos de la verdad y cómo ella siempre se presenta como una sola ante las miles de caretas de la mentira.
La paz del Señor, Si! la metira disfrazada para quedar bien ante las personas, la mentira nos hace valientes aunque lo que hacemos es ser débiles con nosotros mismos, la mentira nos muestra un rostro convencido aunque nos descubramos avergonzados, al decir la mentira hasta nosotros mismos la creemos. eL temor y la seducción, verdaderamente nos aleja de la paz.
La mentira logra filtrarse entre la verdad de forma tan sutil que en ocasiones lo logra. Tal vez por eso aquella advertencia que muchas veces descuidamos: «Permaneced alerta».