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“Amad. Es el único bien que hay en la vida.”
George Sand

Comienza la Semana Santa para el mundo cristiano, y me animo a recordar aquel escrito en el que relaciono el aborto con la injusticia de condenar a muerte a Jesús, siendo ambos inocentes. Bueno, alguien podrá decir que el paralelo no aplica en cuanto a que la muerte de Cristo, es un hecho de fe; pues bien, cabe mencionar que aún para la “todopoderosa” ciencia, el asesinato del nazareno, es un hecho histórico. Sin embargo, no quiero ahondar el discurso entre fe y ciencia, sino mas bien comentar algunos de los ecos de la injusticia de asesinar a un niño no nacido. Algunas de las preguntas que presento a continuación, tal vez las hayan leído antes; ¿habrán perdido validez?

• ¿Qué dice la cultura de la muerte en cuanto a la manera dramática en que se aumentan las probabilidades de suicidio y de trastornos afectivos mayores, en las mujeres que voluntariamente abortan a sus hijos?
• ¿Qué dice la cultura de la muerte cuando enarbola la bandera de los derechos reproductivos de la mujer, ante el hecho de que a partir de la tercera semana de gestación ya se pueden escuchar los latidos del corazón en el vientre de la mujer? ¿Es que ahora tiene dos corazones? ¿Es que es un solo cuerpo?
• ¿Qué dice la cultura de la muerte que afirma orgullosamente que existen tratamientos para superar el trauma del aborto, ante las mujeres que con rabia lloran por haber matado a sus propios hijos?
• ¿Quién tiene derecho y con base en cuál derecho, a disponer de la vida de otro ser humano?
• ¿Serías capaz de mirar a los ojos a un discapacitado a la calle, y decirle: usted no debió haber nacido, ya que tenía una disformidad desde el embarazo?
• Si el bebé no existía cuando un hombre de manera salvaje viola a una mujer, ¿por qué es el que paga y con su propia vida?
• ¿Dónde están las iniciativas para defender a los no nacidos de la Senadora Colombiana que dice en su slogan “un país que protege a los niños piensa en su futuro”? sobra decir que ella está orgullosamente a favor del aborto al declararse respetuosa del ordenamiento legal colombiano.
• Y esa misma Senadora, que en buena hora lidera una iniciativa para defender los derechos de las mujeres, ¿qué está haciendo para apoyar a las mujeres valientes que deciden tener sus hijos así no esperaran quedar en embarazo?
• Si le dices a tu hija: “o aborta o se va de la casa”, ¿estás cumpliendo con tu responsabilidad de padre? ¿De qué manera el dolor por empujar a tu hija para que aborte, quitará el dolor por el embarazo de tu hija adolescente?

Un embarazo no deseado es fuente de diversas y complejas dificultades; sin embargo, la vida nos ha enseñado que ahí donde están las complicaciones, hay una oportunidad de cosas bellas en nuestras vidas. Y qué mas bello que la sonrisa de un bebé.

Un carpintero ya entrado en años estaba listo para retirarse. Le dijo a su jefe de sus planes de dejar el negocio de la construcción para llevar una vida más placentera con su esposa y disfrutar de su familia. Él iba a extrañar su cheque mensual, pero necesitaba retirarse. Ellos superarían esta etapa de alguna manera.

El jefe sentía ver que su buen empleado dejaba la compañía y le pidió que si pudiese construir una sola casa más, como un favor personal.

El carpintero accedió, pero se veía fácilmente que no estaba poniendo el corazón en su trabajo. Utilizaba materiales de inferior calidad y el trabajo era deficiente. Era una desafortunada manera de terminar su carrera.

Cuando el carpintero terminó su trabajo y su jefe fue a inspeccionar la casa, el jefe le extendió al carpintero las llaves de la puerta principal. «Esta es tu casa,» dijo, «es regalo para ti»

¡Qué tragedia! ¡Qué pena! Si solamente el carpintero hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, la hubiera hecho de manera totalmente diferente.
Así que está en nosotros. Construimos nuestras vidas de manera distraída, reaccionando cuando deberíamos actuar, dispuestos a poner en ello menos que lo mejor. En puntos importantes, no ponemos lo mejor de nosotros en nuestro trabajo. Entonces con pena vemos la situación que hemos creado y encontramos que estamos viviendo en la casa que hemos construido. Si lo hubiéramos sabido antes, la habríamos hecho diferente. Piensa como si fueras el carpintero. Piensa en su casa. Cada día clavas un clavo, levantas una pared o edificas un techo.
Construye con sabiduría. Es la única vida que podrás construir. Inclusive si sólo la vives por un día más, ese día merece ser vivido con gracia y dignidad.

Tu vida ahora, es el resultado de tus actitudes y elecciones del pasado.

¡Tu vida mañana será el resultado de tus actitudes y elecciones hechas HOY!

En pocas líneas…

• El título lo dice todo. La vida consiste en ir de fracaso en fracaso mientras aparece el éxito.

• Hemos incluido en nuestros “temas que pueden interesarte”, el testimonio de la rosa que está de nuevo en su jardín. Ábrelo, que puede darte ánimos para luchar por lo que ahora parece un imposible: reconstruir tu matrimonio.

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El Conocimiento al Servicio de la Persona