Un adolescente que parece no importarle que lo castiguen y castiguen; un esposo que no parece inquietarle que su matrimonio termine de naufragar. Lo hemos intentado todo: castigar, amenazar y nada está funcionando. Qué hacer? Escucha estas sugerencias.
Gracias Saulo por tan excelente reflexión.
Saulo, que la paz del Señor esté con usted y su familia.
quiero darle las gracias por compartir conmigo estas reflexiones tan maravillosoas, interesantes y que nos hacen caer en cuenta de tantos errores que podemos cometer no unicamente como padres de familia sino también como seres humanos.
Cuando nos metemos en el zapato del otro, sea este nuestro hijo, esposo, hermano, amigo, en fín, tal vez podamos entenderlo mejor y por cosiguiente interactuar de una mejor manera con el, procurar vivir más en armonia, esto no quiere decir que tengamos que aceptar todo y pasar por alto cosas que en definitiva no se pueden dejar pasar, pero tal vez la comunicación si pude ser diferente y de esta manera podemos llegar más fácil al otro. debemos también aprender a ser humildes para aceptar con paz nuestros propios errores y estar dispuestos a corregirlos.
Dios lo bendiga hoy y siempre….mil y mil gracias.