Mi Amigo Aurelio, me ha enviado un material que me parece muy oportuno para quienes estamos construyendo familia.

Pienso que todos nos hemos preguntado en alguna ocasión de nuestras vidas, por qué es que es tan necesario eso de vivir en familia. Al oportuno artículo que referencio, yo me permito añadir tres cosas breves:

1. La familia es el lugar en donde preferentemente recibimos apoyo, respeto, solidaridad, corrección fraterna y compasión. Esas condiciones suelen  escasear mucho en la calle; sólo están de puertas para adentro en el hogar. Así que si un niño se queda sin casa (y hablo en términos emocionales), se está quedando sin ese soporte que es como la malla del circo que recibe a los trapecistas si algo falla.
2. Quien escribe, no vive con una familia «tradicional»; de hecho, en este momento comparto mi existencia con mi papá, también viudo y mi hija de 11 años: y digo esto para afirmar que la única forma de sentir ese amor hermoso de familia no es con papá y mamá unidos, aunque ciertamente que es la mas expedita.
3. A veces trasladamos a nuestros hijos las heridas y los dolores que hemos vivido en nuestras propias experiencias afectivas, con lo cual se da la mayor paradoja: no queremos que ellos pasen por lo que hemos padecido y terminan ellos obligados a sufrir, en ocasiones con mayor dolor, las consecuencias de nuestras reacciones emocionales maltrechas.