Cuando se busca a un jefe para una importante multinacional, una de las cualidades importantes es el liderazgo, el cual se puede medir en la seguridad que transmite a sus colaboradores guiándolos hacia esas metas y sueños de la empresa.
Los padres hacemos eso y mucho mas en la formación de nuestros hijos y en un tema en el cual debemos tener una profunda claridad y seguridad, es en la sexualidad. Así como un colaborador no confiará en su jefe si ve que éste no tiene muy clara la forma de avanzar, nuestros hijos no querrán consultar con nosotros temas relacionados con la sexualidad, si ven que patinamos al responderles alguna inquietud. Y lo peor, es que al desechar el consejo de los papás, buscarán a la maravilla de consejero que es su mejor amiga (de 14 años por ejemplo) o alguien similar.
Estuve participando en la feria de Escudos del Alma de Red Papaz, en un conversatorio sobre educación sexual para los hijos y quiero compartir algunas de las conclusiones del panel que estuvo conversando respecto a ¿Cómo hablamos de sexo con nuestros hijos? ¿De qué manera nos perciben nuestros hijos cuando quieren hablar de sexo con nosotros?
- La sexualidad es un tema complejo porque involucra el amor y la vida.
- Es necesario generar un espacio de confianza para que los hijos busquen a sus padres como primera opción para hablar de sexualidad. Esta confianza no se desarrolla de la noche a la mañana y para ella es necesaria el afecto como algo esencial e implica un ambiente privado, único, en el cual dos personas se dicen cosas muy profundas el uno al otro.
- No debemos confundir la genitalidad con la sexualidad.
- La sexualidad tiene una base que es el afecto sin el cual pierde su norte y queda reducida al placer.
- Es necesario que el lenguaje utilizado sea claro y temas candentes como la píldora, el aborto, la homosexualidad, se hablen con contundencia para que los hijos acepten los argumentos de sus padres.
- Hay que suscitar en los hijos el deseo de aspirar a cosas grandes en la vida para que no se conformen con relaciones pasajeras.
- Es conveniente tener en cuenta que los medios de comunicación con facilidad trivializan la sexualidad.
- El ejemplo es esencial para que los hijos descubran que el amor sí es posible.
- No toda relación afectiva tiene que terminar en un encuentro íntimo.
- Debemos dar espacio a otros tipos de amor para los jóvenes: la amistad, el amor entre hermanos, el respeto a los padres.
Mi conclusión es que mientras no desliguemos la sexualidad del amor y la vida, estaremos sembrando una cultura de vida en nuestra sociedad y en nuestros hijos.
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